
Noche de Terror IX: El Hambre Eterna
La Crónica de los Supervivientes
ATENCIÓN: ESTA ES UNA TRANSMISIÓN DE EMERGENCIA.
Desde nuestro búnker, rodeados por el eco incesante de los que ya no son humanos, emitimos esta señal. Este año, nuestra Noche de Terror es un altar erigido en honor al maestro George A. Romero. Su «Noche de los Muertos Vivientes» no fue solo una película; fue una profecía. Y nosotros la hemos escuchado.
Bajo el estandarte de «El Hambre Eterna», lanzamos una llamada a todos los rincones en busca de testimonios. La respuesta fue una avalancha de horror. Nuestro jurado, atrincherado y a salvo de los mordiscos, ha separado la carne del hueso para encontrar las 20 historias más crudas.
Hoy, revelamos los nombres de los cronistas que han documentado la caída de la humanidad.
La Élite del Apocalipsis: El Panteón del Terror
En la cima de la devastación, cinco relatos se han alzado como monumentos al miedo. Sus voces resuenan con más fuerza en el silencio de este mundo moribundo.
- 1º con la crónica definitiva: «Reels de violencia» (83 puntos)
- 2º y su aterrador informe: «Los que regresan» (81 puntos)
- 3º , con el testimonio desde «El Último Turno» (81 puntos)
- 4º nos atormenta con su «Eterna pregunta» (72 puntos)
- 5º documenta «Un amanecer de pesadilla» (71 puntos)
El Batallón de Cronistas
Pero la élite no lucha sola. Tras ellos, un batallón de 15 narradores ha documentado con sangre y pólvora el horror de este nuevo mundo.
- – Huésped
- – Centro comercial Z
- – Superviviente
- – Una maldita pesadilla
- – La noche de la muerte carmesí
- – Vacuna
- – La lista de la compra
- – Hospital, a medianoche
- – Los sin alma
- – Plagas
- – El Trato
- – Gen Z
- – Yo muero después
- – Carta de suicidio por parte de un fiambre
- – Entre despachos
La frontera para entrar en este refugio sonoro fue un auténtico campo de batalla. La lucha por la última plaza fue tan brutal que tres relatos quedaron empatados en la línea de corte. El destino, en su crueldad, eligió al ganador mediante un sorteo a cara o cruz. Una prueba más de que en este nuevo mundo, la supervivencia a menudo depende del más puro y terrible azar.